lunes, 31 de agosto de 2015

Berenice de estetica masculina jimmy´s

Viernes 1º, la ciudad esta desquiciada, gente con el rostro de angustia e incertidumbre, las “autoridades” (tengo mis dudas sobre quien realmente manda) piden no salir si no es realmente necesario. Empiezan a llegar los mensajes en las diferentes redes sociales, veo en el face a trafico zmg y trato de asimilar la dimensión de estos, ¿Cómo llamarlos?, ¿golpes sicológicos en masa?, ¿mostrar musculo antes de la batalla?, ¿narcobloqueos? ; la autoridad pide calma, imposible, la sicosis de masas rueda una vez más.
Decido ir a desestresarme un poco ya que la mañana será caótica y pospongo los pendientes para la tarde; voy conduciendo por la calzada y periférico, se oyen las sirenas de las patrullas, bomberos, en este punto hago contacto visual con un par de ministeriales (judiciales) a bordo de una camioneta, percibo parte de la sicosis en sus ojos, no llevo ni un par de cuadras rumbo para el estadio y de pronto patrullas por todos lados, me apuntan y piden me baje de mi camioneta. Obedezco, despacio y tranquilo, me piden una identificación, mientras revisan mi vehículo y persona, hay una parada del macrobus con algunas personas que no pierden detalle a lo sucedido, revisan mis datos confirman que no represento mayor peligro, me ofrecen una disculpa ¿? Y me dejan marchar.
Conduzco por la calzada y en frente de la fuente olímpica veo la estética jimmy’s, dejo la camioneta bajo la sombra de un frondoso árbol, camino un poco, subo las escaleras y me dispongo a “perder” un poco de tiempo; hay 8 “masajistas” disponibles, pido pasarela y hay 2,3 que prometen (me encantan las petite y lolitas), me decido por Berenice.
Delgada entre los veinte a veinticinco años, piel color canela, de rostro agradable (bonitilla pa que mejor me entiendan), de chichi pequeña pero paraditas y lo mejor sus bien delineadas y sabrosas nalgas, de fácil sonrisa.
Me dice los precios $400, ½ hora, $600 1 hora con ella ó por el mismo precio 2 chicas juntas ó separadas, le digo que será un par de horas y con ella.
Me pasa a el privado del fondo, amplio y con espejos y aparte de la mesa de masaje tiene un silloncito ex profeso para coger (me agrada). Entra sin llamar enfundada en esos jeans que dejan ver un rico culito, bien formado y paradito, montada sobre esos enormes zapatos (por altos), me recuesto boca abajo mientras me pregunta que como voy a querer mi masaje, le digo que leve, comienza con un suave y lento masaje, para sorpresa mía resulto más agradable de lo que esperaba, aun estando boca abajo desliza sus manos con crema entre mi entrepierna y mientras con la lengua le da lambidas a la cabeza de mi erecta verga con sus manos me masajea los huevos, bien ha conseguido excitarme me doy la vuelta y me verga esta como hasta de bandera, la toma entre sus manos y comienza con una rica y suave puñeta, sus manos recorren mi verga de arrima a bajo sin dejar de masajear los huevos, me suelta un poco de vaho con sus labios sobre el glande, con sus carnosos labios le da unos pequeños besos mientras pregunta : ¿el oral con o sin? Le digo que sin, no deja de recorrer mi erecta verga con esa boquita y procede con una mamada entre buena y excelente, con garganta profunda. Le pido pare para despojarla de sus prendas, tiene poca chichi pero paraditas y un pezón que fácil alcanza la pulgada de longitud, ahora sí que una buena mamila, vientre plano, piernas largas y lisitas rematadas por un par de nalgas, me pongo el gorrito le pregunto que si necesita el lubricante y me dice que no, me siento le doy la vuelta y asi ella de espaldas a mi procedo a cogérmela, despacio, poco a poco, se siente rico, aprieta bien, ella solita empieza e darse sus parones y sentones, que vista y que sensación, sin sacársela me pongo de pie la recargo sobre la mesa de masaje y le doy unas estocadas hasta el fondo una y otra vez, de pronto todo estalla, nos separamos me retiro el gorrito y pasamos a darnos un duchazo, antes de perder la erección llega Berenice con su boquita y manos para ponerlo al 100 de nuevo, nos damos un enguada sin dejar de fajar, la baño (mejor que a mi perro) y procedemos fuera de la ducha con las hostilidades.
Le pido se acueste ahora ella boca abajo y procedo a tocar su suave piel, dios que nalgas, se la abro y me encuentro un perfecto culo con todos sus pliegues se lo empiezo a sobar le paso mi lengua una y otra vez, buen culito, se lo ensalivo y le coloco mi dedo pulgar y poco a poco se lo introduzco, ella solo decía: ¡hay que me hacer!, yo no dejaba de lamberle besarle tan suculento trasero, me despegue unos segundos me puse en chinga el gorrito le coloque un poco de lubricante a la punta de mi verga y regrese a comerme de nuevo su culo, la puse en posición de cucharita en la orilla de la mesa le abrí un poco las nalgas e intente metérsela poco a poco por la puerta trasera, uffff que sensación cuando entro la cabeza y un poco mas, como guante de seda, (los que hayan experimentado esto saben de lo que hablo) un poco mas, despacio, despacio, se la seguí metiendo hasta que se la comió toda, apretaba de lujo ver como entraba y gemía me hizo explotar de nuevo.
En fin de lujo los palos, salí ahora si que como limón de taquero y muuuuy relajado.

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