Leslie de estética mediterráneo

Se soltó el diluvio, es increíble ver como un tormenta trastorna el ritmo de esta ciudad; es martes 7 de Julio he terminado con mis pendientes más pronto de lo planeado, estoy esta tarde atrapado cerca del centro y empiezo a ver en las redes sociales el caos, me da gueva enfrentarlo y mejor dirijo a mediterráneo, estoy prácticamente enfrente, camino un poco y de entrada la vista es agradable más de 12 vaginas disponible (suena misógino, lo sé, pero así es esto). ¿Alguno de uds recuerda cuando la estética estaba por la calle de manzano?, cuando intentaban presentarse como una opción mejor que, rape, hight class, valentino´s, world men´s por citar algunas estéticas, hace unos buenos ayeres, pues, lo consiguieron, sino en instalaciones (que me parecen claustrofóbicas) si en material, claro la mayoría operadas, pero buenas viejas al fin, como dijo el Calderón cuando “gano” las elecciones: “aiga sido, como aiga sido”. En fin llegamos el mastuerzo y su servidor buscando opciones para el desbrave, se presentan una a una las 12 , y sin dudarlo nos quedamos con Lesli, 24, 25 años, cinturita de avispa, vientre plano, nalgas (que señoras nalgas) de concurso y rematado todo ese monumento de mujer con un rostro angelical, es de esa viejas que volteas a verla por que volteas y se te antoja cogértela duro. Liquido el arancel $650, me deja unos minutos en lo que va por sus cosas, pido la tradicional coca (el refresco) e intento darme un baño, no veo las sandalias solo un letrero que hay que pedirla, umm punto malo, salgo y esta la señora del aseo le pido unas y me las trae, segundo punto malo no tienen jabón para enjuagarse, solo una frasco pegado a la pared de champu verde que no vale madres, me meto a la regadera y espero a Lesli, llega un par de minutos después y le digo que si entre sus curiosidades no trae un poco de jabón decente, sonríe , me dice que es con olor a mujer mientras le lanza una mirada al mastuerzo, le digo que no me importa. Salgo del baño mientras me seco me toca el pecho y desliza su dedo índice haciendo círculos sobre mi pezón y cicatrices mi verga empieza a crecer lo nota y saluda al mastuerzo de mano; pregunta que si voy a querer masaje le digo que no, mientras primero con los ojos y luego con las manos empiezo a manosearla, duras tiene las chichis y las nalgas, la toco sin recato y mucho menos pudor, una a una vuelan sus prendas blusa brasier (que se le veía de lujo), se desmonta de sus putitacones vuela el pantalón junto con la tanga, me gusta la hembra como dije se antoja cogerla duro y macizo, el mastuerzo está más que puesto le avienta una que otra flor y el muchacho mas se prende, la sentamos al borde de la cama la tomamos del cabello para darle ritmo a la mamada, entra y sale la cabeza de mi verga por esa boquita una y otra vez con su lengua recorre todo el tronco y llega a los huevos, rico se siente; el mastuerzo exige lo suyo, ella se pone de pie, pregunta que como deseo cogérmela le digo se monte sobre sus putitacones de nuevo, se coloca algo de lubricante en su puchita y así de pie la empiezo a penetrar, la recargo sobre el muro y empezamos a darle ritmo, mientras le beso y como eso chichis y pezones que por dios si que se lucio el cirujano, con mis manos le tomo ese par de nalgas y una y otra vez hasta el fondo sin piedad, solo dice: hay papi, hay papi, como me tienes, aguanta la vieja, después de unos minutos de limar en esta posición a huevo que la pongo a gatas, buen culito sin llegar a la perfección no resistimos darle sus buenas lambidas y proceder a seguir con el palo, para por todo lo alto su trasero ofreciéndolo y sin más se la dejo ir toda, centímetro a centímetro, despacio, la tomo de su muy breve cintura para darle ritmo, cogimos en una par de posiciones más hasta terminar exhaustos (bueno al menos su servidor). Me latió el brinco, es una vieja que invita a coger salvaje, hardcore, se gano su propina sí señor. Al salir me tope con mi “cliente” que recién había visto en el hotel misión carton, solo nos saludamos con un buenas tardes, el a lo suyo y yo a recoger mi auto muy relajado, sonreí al salir pensando en que caras vemos muertos en el closet no sabemos.